Carta pastoral del Obispo con motivo de la apertura del Año de la Misericordia.
Abramos las puertas de la misericordia camino de Belén.
Queridos fieles diocesanos:
1. En vísperas del jubileo extraordinario de la Misericordia podemos ya captar, si nos detenemos a pensarlo, que Dios quiere acercarse de una forma especial a nuestras vidas, durante este año. No se trata de una metáfora, sino de una gran verdad que nos llena de esperanza, en este Adviento. La historia del amor de Dios con el pueblo de Israel, goza de la misma actualidad que en tiempos pasados.
Tenemos la ocasión, durante este tiempo, camino de la próxima Navidad, para detenernos a pensar cómo el corazón misericordioso de Dios se fijó en el profeta Isaías, en Juan el Bautista, en su madre Santa Isabel, en el Patriarca san José y muy especialmente en la Virgen María para sus proyectos de salvación. Fueron fieles a su voz y la misericordia de Dios se derramó entre nosotros: El Verbo se hizo carne.
2. Ahora Dios fija sus ojos misericordiosos en ti y en mí no para decirnos al corazón: Prepara tu encuentro navideño, tu encuentro diario con la misericordia de Dios encarnada, el Hijo de Dios hecho hombre, el mayor de los dramas de amor de la historia humana.
La liturgia de la Iglesia nos invita ya, nada más pisar la Puerta Santa de la misericordia, a tener la audacia y decisión de buscar la presencia misteriosa de Dios en el Niño de Belén, en el Portal de la Eucaristía. Penetrar en nuestra interioridad, tierra poco conocida, y cerrados los ojos encontrarnos con la luz de Dios que nos quiere y cuenta con nosotros. Unir nuestros pasos al grupo de pastores de Belén que, vigilantes en la Noche, llegaron hasta el portal, fiándose de la voz de los ángeles.
3. En el “he aquí la esclava del Señor” (Lc 1, 38) de María Virgen podemos contemplar la respuesta de toda la humanidad a la misericordia divina. Desde el corazón abierto de María a la propuesta y a la voz de Dios. Se hizo presente en este mundo la Misericordia. Cristo Jesús pisó nuestro suelo y experimentó en su cuerpo nuestra misma vida.
Junto con María Inmaculada, de su mano, dispongámonos a abrir la puertas de nuestro corazón a la voz y propuestas de Dios en nuestras vidas. Pronunciemos con humildad “nuestro” “sí” a la voluntad de Dios y será Navidad. Irá encarnándose en nosotros la Misericordia divina.
¡Santo Adviento y Feliz Navidad en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Dará comienzo, en Roma, el día 8, solemnidad de la Inmaculada, y, en las demás Diócesis de la Iglesia, el día 13, tercer domingo de Adviento. Recibirán información en sus parroquias sobre los actos de apertura en esas fechas y de otros momentos especiales durante el jubileo.
Les saluda en el Señor.
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
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