Estamos en Cuaresma. Es el tiempo en el que los cristianos preparamos nuestra gran fiesta. Dentro de unos 40 días celebraremos la Semana Santa, y recordaremos que Jesús murió por nosotros y resucitó.
Por tanto, en Cuaresma preparamos la Pascua, la fiesta de la vida que viene de Dios. Queremos estar preparados para esa fiesta, ese encuentro con Jesús, que vive entre nosotros y nos acompaña.
Oración en la Cuaresma
Cuando vamos a una fiesta nos vestimos de una manera especial. Aquí ocurre lo mismo, aunque el «vestido» o el «traje» van por dentro. Se trata de que caigamos en la cuenta de que Jesús está dentro de nosotros, en nuestro interior, porque lo llevamos en el corazón… Y por eso hay que buscar en este tiempo más momentos de silencio, de intimidad, de oración. Algunos momentos serán para rezar juntos, pero otros también para hacer la oración personal, para no olvidar que él siempre está con nosotros.
Jesús en la oración y en las tentaciones
Jesús también se preparó de un modo especial para su predicación y su entrega. Él se fue al desierto para que la soledad le ayudase a encontrar mejor a su Padre y hablar con él más intensamente. Allí Jesús también encontró tentaciones. Son las tendencias naturales que todos tenemos: el egoísmo, la desobediencia, el olvido de Dios. Lo mejor es que Jesús supo vencer esos obstáculos y seguir adelante.
El Evangelio del domingo
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. (…)
– Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan. (…) Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo. (…)
– Jesús le contestó: Está mandado: «No tentarás al Señor tu Dios». Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
(Lucas 4,1-13)
Toma medidas
- Cuando hablas con Dios, ¿qué le cuentas? ¿Haces silencio y dejas que su voz resuene en tu interior?
- Piensa si tú tienes alguna tentación, como las tuvo Jesús. ¿Cuál? ¿Cuáles?
- Quizá durante esta Cuaresma podrías proponerte vencer alguna tentación. ¿Qué estarías dispuesto a hacer o a dejar de hacer para ser mejor y así parecerte más a Jesús? Esta será tu promesa en esta Cuaresma.
- Proponte hacer la oración personal todos los días en esta Cuaresma y evaluar cómo va el cumplimiento de la promesa que te has propuesto.
Esta meta cuesta ,es dificil ,pero poniendo cada dia un poco mas puedo llegar a dar algo mas .Dios esta conmigo y me ayuda a ser consciente de que tengo una meta y sobretodo a intentar conseguirla.