El tiempo de Cuaresma es siempre una invitación al regreso a la casa del Padre. Como el hijo pródigo, cuando nos alejamos sentimos el dolor, el vacío, el sinsentido. Pero el arrepentimiento no es suficiente, porque sólo el reencuentro con el Padre puede devolvernos la dignidad que nos arrebata el pecado. Cuando el hijo pródigo regresaba, llevaba preparado su discurso de arrepentimiento, pero sólo las palabras de acogida y de perdón del Padre, le sirvieron de consuelo y le restituyeron su dignidad.
Por eso, el sacramento del perdón se convierte, también para todos nosotros, en la forma más auténtica de recibir ese abrazo que perdona, que consuela, que nos devuelve la paz
Debido a las actuales circunstancias, no es muy aconsejable organizar celebraciones penitenciales, como era habitual; pero si vamos a poder tener espacios más amplios para poder recibir el perdón del Señor.
Estos serán los horarios en los que los sacerdotes estaremos en nuestras tres parroquias de Bailén en la próxima semana, disponibles para el que quiera confesar. Durante ese tiempo, también estará expuesto el Santísimo Sacramento, para que podamos hacer de paso un ratito de oración personal. Por supuesto también estaremos disponibles siempre media hora antes de la misa, para poder confesar.
Que el Señor nos conceda el don del dolor de nuestros pecados.
